EL SECTOR MÁS VUNERABLE…

EL SECTOR MÁS VULNERABLE

El foco de atención se encuentra concentrado en la hiperinflación que carcome a Venezuela lentamente, consumiendo al país como otrora plaga bíblica; enfocándose en aspectos críticos como la imposibilidad de alimentar adecuadamente al seno familiar o en su deceso inédito a edades extraordinariamente tempranas ante la inalcanzable medicina.

Y sin embargo, en las aulas de clase se vive una realidad cruda y sin censura, es cada vez mayor el sacrificio que unos infantes, (desconocedores de los causales, famélicos y agotados), tienen que hacer para asistir a un centro educativo habitable, pero con las mínimas condiciones, resguardado en una autogestión que agoniza lentamente. ¿Cómo es posible autogestionar insumos para centros educativos ubicados en comunidades que forzosamente pueden cubrir sus necesidades básicas? ¿Comunidades que esperan con ansias el regreso a clases para enviar a sus hijos a alimentarse a merced de un beneficio escolar que no suple sus requerimientos más básicos?

Un indicador de que los niños asisten a clases escasamente alimentados, es la cantidad de ellos que se desmayan, ya sea durante la entonación de los himnos o al ejercitarse en recreación. La carga mas pesada la llevan esos niños, los que a pesar de no haber desayunado y tras consumir una última comida carente de todo tipo de nutrientes, no dejan de sonreír ni de intentar entender lo que pedagógicamente se les transmite en las aulas. 

Estudios realizados han demostrado de forma contundente que un niño mal alimentado, no es capaz de procesar la información obtenida, posee falta de concentración e incapacidad para responder con coherencia cualquier pregunta que se le realice. Lamentablemente, estos niños no tienen opción no reciben la alimentación adecuada en su hogar debido a la inexistencia de los rubros básicos y llegan a un colegio que les provee ocasionalmente un menú carente de proteínas, vegetales y frutas.

Sobre los hombros de estos inocentes descansa la responsabilidad de entender una realidad fuera de su alcance, que se erige como una inmutable, fría e impenetrable muralla que los golpea cada vez con más fuerza. Ellos son el sector más vulnerable…

No obstante, se encuentran en un país que se niega a morir, en donde los representantes luchan cada día con más ahínco por enviar a sus hijos a educarse, con la certeza de que habrá un mejor mañana, apuestan por una mejor Venezuela, con una sociedad más humanizada, más unida, mas equitativa.

Aún beneficiados con una gran cantidad de profesionales que aman su labor y entienden que, en sus manos se encuentra el futuro de un país, de un tesoro con infinitos privilegios que solo podrán ser aprovechados por aquellos debidamente capacitados, es en los hombros de estos niños, del sector mas vulnerable, que recae la responsabilidad de hacer de nuestra Venezuela un mejor país.

Ing. M .Jiménez