“Cuando Camines, Camina.
Cuando Comas, Come”
A primera vista puede parecer una verdad extremadamente simple, pero lo cierto es que este consejo saca a relucir el principal problema que aqueja a muchas personas en la sociedad actual: la incapacidad para vivir en el presente. Vivir el presente no es cuestión de hacer locuras de forma irresponsable, ni tampoco es libertinaje. Ante todo es ser capaces de mantener nuestra mente y nuestra atención en el aquí y ahora, ser capaces de vivir el momento actual
¿Cuánto tiempo de nuestra vida gastamos esperando (nuestras próximas vacaciones, el éxito, un empleo mejor, etc.)? Eckhart Tolle, en su best seller “El Poder del Ahora”, denomina a estas esperas “esperas a largo plazo”. Con cualquier tipo de espera estamos creando inconscientemente un conflicto entre nuestro aquí y ahora, en el que no quiero estar, y el futuro proyectado en el que deseo estar. Y esto reduce considerablemente nuestra calidad de vida.
Ponerse objetivos e invertir un tiempo en planificar los pasos a seguir para su consecución es necesario, sin duda. Sin embargo, no te olvides de disfrutar en el proceso, empieza a pasarlo bien desde el minuto uno en que diseñas el boceto de lo que vas a vivir dentro de un tiempo. Procura que tu presente tenga un sentido por sí mismo, que no se convierta sólo en un medio para alcanzar algo futuro.
Por otro lado, si mantenemos nuestra mente en el aquí y ahora, veremos que la vida nos regala un montón de pequeños grandes momentos que por lo general nos pasan desapercibidos por tener la mente en el futuro.
ATRAPADOS
EN UN TIEMPO INEXISTENTE
No existe ni el pasado ni el futuro, solo el presente. Este momento es lo único que tenemos seguro.
Aprende a poner atención plena a todo lo que hagas en este momento. Disfrútalo, vive tu día consiente, despierto y atento.
Dedícate a cultivar esa reacción al gran regalo que es este día único y aprende a vivirlo como si fuera el primero y el último de tu vida
Hemos
seleccionado para ti estos 5 sencillos
ejercicios que te ayudarán a Vivir con Plena Conciencia
VIVIR EN GRATITUD
Ponte varias alertas en el teléfono celular a lo largo del día. Cuando suene la alarma, Respira conscientemente, relaja tu mente y cuerpo y agradece. Agradece todo lo que hoy sí tienes. Agradece haberte despertado, los alimentos, por tu familia, por tus amigos. Vivir en gratitud atrae solo bienestar y prosperidad.
MOMENTOS DE CONCIENCIA PLENA
Elije una actividad de tu día (cepillarte los dientes, la ducha, comer). Durante una semana, cada vez que hagas esa actividad préstale toda tu atención.
¿Estás comiendo?
Mastica a conciencia, siente el sabor del alimento, su olor, su temperatura.
¿Estás dándote una ducha?
Siente el agua en tu piel, el olor del jabón, el ruido que hace al caer, todo. Aprovecha para relajarte, desconéctate de todo, menos de ti
¿Estás en una cola en el mercado? respira tranquilamente y presta atención. ¿Qué ruidos escuchas?, ¿qué colores ves?, ¿el aire es frío, caliente o templado?, observa todo lo que te rodea. Manteniéndote en el momento presente no hay espacio para que el futuro se filtre.
HAZTE CONSCIENTE DE TU POSTURA
El cuerpo y el espíritu van juntos: depende el uno del otro. Cuidar tu postura te ayudará a sentirte mejor y a centrarte en el presente. Simplemente tienes que hacerte algunas preguntas:
¿Qué posición tengo ahora? Relajada, tensa, curvada…
¿Cómo cambia mi actitud cuando tengo una postura rígida, relajada o tensa?
ATENCIÓN A LOS SONIDOS
A veces parar se hace necesario. No siempre podremos abandonar lo que estemos haciendo, pero si tomarnos unos minutos para salir de nosotros mismos y centrarnos en lo de fuera. Para hacerlo sigue estos sencillos pasos:
Cierra tus ojos y céntrate en tu respiración durante unos minutos. Cuando te sientas en calma, lleva la atención a los sonidos de tu alrededor. Escucha durante unos minutos el máximo de ruidos que puedas percibir.
Indaga sobre esos sonidos un poco y pregúntate:
¿Cuáles de ellos suelo pasar por alto?
¿Están cerca o lejos?
¿Cuántos sonidos diferentes puedo detectar?
OBSERVA
Solemos ir con la mente secuestrada por pensamientos de todo tipo ¡no siempre son negativos! Pero así es la mente humana. Se dispersa con una gran facilidad. Por eso te proponemos este ejercicio que no te costará nada llevarlo a la práctica.
Busca a tu alrededor un objeto cualquiera (un vaso, un bolígrafo, la esquina de la portada de un libro…) y respira profundamente tres veces con los ojos cerrados.
Abre tus ojos y durante unos minutos mira ese objeto como si no existiera nada más a tu alrededor. Enfoca de nuevo tu mirada si se vuelve borrosa y sigue observando. Simplemente observa.
Pasado unos minutos puedes volver a tu actividad. Seguro que te sientes más relajado y conectado con el presente.
Espero que estos consejos te ayuden a vivir plenamente
Saludos!
ResponderBorrarExcelente Nelson