Tú Gobiernas Tu Mente,
No Tu Mente A Ti
Un estudiante de zen, se quejaba de que no podía meditar: sus
pensamientos no se lo permitían. Habló de esto con su maestro diciéndole:
“Maestro, los pensamientos y las imágenes mentales no me dejan meditar; cuando
se van unos segundos, luego vuelven con más fuerza. No puedo meditar. No me
dejan en paz”. El maestro le dijo que esto dependía de él mismo y que dejara de
pensar. No obstante, el estudiante seguía lamentándose de que los pensamientos
no le dejaban en paz y que su mente estaba confusa. Cada vez que intentaba
concentrarse, todo un tren de pensamientos y reflexiones cortas, a menudo
inútiles y triviales, irrumpían en su cabeza…
El maestro entonces le dijo: “Bien. Aferra esa cuchara y tenla en tu
mano. Ahora siéntate y medita”. El discípulo obedeció. Al cabo de un rato
el maestro le ordenó: ”¡Deja la cuchara!”. El alumno así hizo y la cuchara
cayó obviamente al suelo. Miró a su maestro con estupor y éste le
preguntó: “Entonces, ahora dime ¿quién agarraba a quién, tú a la cuchara,
o la cuchara a ti?
Cuento Budista de Autor
Desconocido
Reflexión
¿Cuantas veces caemos víctimas de nuestra propia mente?, en cuantas
ocasiones tenemos pensamientos tras pensamientos sin saber quién está en
control, nosotros o nuestra mente.
Pensar positivo es recomendable para nuestro bienestar mental, pero
más importante es ser guardianes de las
ideas y de los pensamientos que dejamos entrar en ella.
Ciertamente, la gran mayoría de los pensamientos están constituidos
por juicios que hacemos de la realidad, de lo que nos pasa, juicios de valor
sobre la perspectiva de los otros, juicios que constantemente están comparando
lo que pasa con lo que pasó, en donde la imaginación juega un papel
fundamental, aportando ideas y pensamientos para sacar conclusiones, que se
basan muchas veces en los juicios previos.
Pero hay una forma de manejar nuestros pensamientos. A continuación
te comparto, algunos ejercicios para conectar con el momento presente y tomar
control de nuestros pensamientos
**Enfoca tu pensamiento pura y exclusivamente en tu propia
respiración. De esta manera despejarás tu mente de todo otro pensamiento que no
sea estar presente al inspirar y expirar, una y otra vez, durante algunos
minutos. Si aparece algún otro pensamiento obsérvalo, no lo juzgues y deja que
pase, vuelve a concentrarte en el ejercicio.
**Practicar el ejercicio STOP. La palabra stop en inglés significa
“Para”, y sirve como regla memotécnica para recordar los 4 pasos: S = stop
[Detente] / T= take a breath [Respira profundamente] / O = observe [Observa qué
pasa en tu interior] / P = proceed [Prosigue con tu actividad].
**Hacer una sola cosa a la vez, en variadas ocasiones, por
cuestiones de ahorro de tiempo u otros recursos, solemos hacer varias cosas al
mismo tiempo. Será entonces un buen ejercicio observar qué sucede al hacer una
–y solo una– cosa a la vez.
**Elige en algún momento del día trasladarte a pie (preferentemente
en alguna plaza). Enfoca tu atención en cada uno de los músculos que estás
moviendo para desplazarte. Siente la presión de la planta de tu pie al pisar el
suelo. Escucha los sonidos de tus pasos.
Buda decía
“Deja
de proyectarte hacia afuera. Comienzas a mirar hacia dentro, a observar cómo
funciona tu mente, y la vas cambiando, pensamiento a pensamiento”
¿Tu gobiernas
tu mente o tú mente te gobierna a ti?
¿Cuantas
veces haz caído víctima de tu propia
mente?
¿Eres guardián de tu mente?
búscalas y date la oportunidad de
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